La
sexualidad es un tema en el cual se está incursionando cada día más con mayor
precisión y sin tener sesgos que distorsionen su entendimiento. A pesar de que
no existe una definición científica, reconocida y aceptada por la mayoría, el
Diccionario de la lengua española define el término como: “Conjunto de
condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo”, “Apetito
sexual, propensión al placer carnal” (RAE, 2014). La tesis que ahora
voy a exponer es que los videojuegos afectan el desarrollo de la sexualidad en
los jugadores, mayoritariamente hombres, dado que alteran el proceso
sociocultural y psicológico que definen la sexualidad en los individuos.
Para
empezar con el objetivo del texto, pensemos en lo que conlleva poder disfrutar
de una sexualidad y de si los videojuegos serían una ayuda o un obstáculo para
poder acceder a ese placer carnal. La Psicóloga, profesora y directora del
departamento de Psicología de la universidad de los Andes, Elvia Vargas Trujillo,
en su libro, Sexualidad… Mucho más que sexo, menciona que el desarrollo de la
sexualidad se ve intervenida por tres diferentes procesos, el proceso biológico,
el proceso sociocultural y el proceso psicológico. Vargas Trujillo en su libro
menciona que los procesos biológicos están ligados a características genéticas,
hormonales, anatómicas y fisiológicas que diferencian al hombre de la mujer. En
base a lo anterior, no es necesario enfatizar en este proceso debido a que no
son características influenciables por los videojuegos, son características,
trivialmente, biológicas.
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Siguiendo
con el orden de ideas, el proceso sociocultural será de mayor llamativo a
nuestro interés ya que son características y comportamientos que socialmente se
definen propios de uno y otro sexo (Vargas Trujillo, 2013). He aquí donde cabe
mencionar que esta diferenciación de características lleva a pensar desde el
momento de identificación del sexo que los videojuegos van dirigidos, en su
mayoría, a los hombres. Lo anterior es debido a que los hombres en su cerebro
asocian los juegos con la recompensa y la adicción, algo que no ocurre con las
mujeres (Stanford University Medical Center, 2008). Siendo así, a los
hombres desde muy temprana edad se les regala la consola de videojuegos lo que
empieza a marcar el inicio de la influencia que tienen los videojuegos en la
sexualidad. El anterior hecho va creando al hombre como un ser que satisface su
ocio sin necesidad de asumir un compromiso e influenciará en la sexualidad de
acuerdo al nivel de contenido sexual del juego al que tenga acceso. Acéptese o
no, es muy común ver que la mayoría de juegos que son para hombres tienen un
alto contenido de violencia, sexualidad y placer, para fundamentar lo anterior
acudamos al juego Grand theft auto, en sus diferentes versiones, jugado en su
mayoría por hombres y que, sin ser evidente, influye en ellos de gran manera
que puede llegar a intervenir en sus personalidades, tal como se concluye en
investigaciones de los científicos americanos Whitney Gunter y Kevin Daly (Sanchez, 2012), y que al fin de
cuentas tendrá repercusiones en el desarrollo de su sexualidad. Cabe mencionar
que los resultados del estudio también demuestran que la relación causal entre
jugar a videojuegos violentos y una actitud violenta no es tan fuerte como se
piensa.
A
diferencia del proceso biológico, donde no se ve influencia por los
videojuegos, y del proceso sociocultural, donde la influencia de los
videojuegos es asociada como una característica del sexo e iniciada por otras
personas, el proceso psicológico muestra con mayor claridad la influencia de
los videojuegos en los jugadores a flor de piel, ya que este proceso es una
continua reflexión por el cual la persona organiza, cuestiona y trasforma la
noción de sí misma examinando sus cogniciones, motivaciones, emociones y
comportamientos (Vargas Trujillo, 2013). Definamos y
examinemos brevemente la influencia que puede existir en estos cuatro
diferentes conceptos que determinan el proceso psicológico. Para iniciar, “Las
cogniciones incluyen las creencias, las ideas, las opiniones, los conocimientos,
las expectativas y las valoraciones que vamos construyendo a lo largo de la
vida sobre lo que significa ser hombre o mujer y todos los asuntos que atañen
el dominio sexual” (Vargas Trujillo, 2013). Desde ese punto es
apreciable ver que el hecho de ser un jugador de videojuegos activo genera que
estas cogniciones se vean modificadas por el videojuego, su ideología y la
moral que plantea al jugador. En ejemplo a lo anterior es el videojuego Dead
rising 3 donde los jefes finales están inspirados en los siete pecados
capitales. Dylan es el jefe que representa a la lujuria, él es un abusador sexual
con vestimenta de masoquista y pone su arma sobre su pelvis en representación
de su pene. El estar en constante interacción con videojuegos donde se muestre
este tipo de idea sobre la sexualidad llevará al jugador a tomar este concepto
propuesto como real y lo llevará a alejarse de la exploración sexual. En
segundo lugar, la motivación “Hace referencia a las condiciones o los factores
que mueven a las personas a actuar” (Vargas Trujillo, 2013). A la luz de lo
anterior, los jugadores de videojuegos con una gran motivación sexual creen que
ciertos comportamientos les van a permitir lograr lo que desean, lo cual está
determinado por necesidades fisiológicas como el deseo sexual1. Por ejemplo, en Dead rising 3, la
sargento Hilde Schmittendorf posee unos atributos físicos muy sexuales como
senos grandes y ropa erótica de policía lo cual resulta muy atrayente a los
hombres del juego, quienes caen en el tentación de acariciar sus senos y
dejarse llevar por el deseo sexual. En tercer lugar están las emociones, estas
“son reacciones que se producen de manera instantánea ante determinados eventos
internos o externos y que implican una serie de cambios físicos, cognitivos y
comportamentales” (Vargas Trujillo, 2013). Frases como “Este
videojuego me excita”, “Podría jugar esta parte del videojuego miles de veces
ya que es muy placentera” o en mayor tono sexual como “Me gustaría hacer lo
mismo en la vida real” revelan claramente que las emociones, al igual que las
motivaciones, inducen a los jugadores a actuar. Las emociones permiten regular
el comportamiento y a mantener o modificar el concepto sobre sexualidad que
tenga el jugador. Finalmente, los comportamientos “Hacen referencia a las
expresiones o manifestaciones de los individuos que son observables” (Vargas Trujillo, 2013). Entre los
comportamientos sexuales tenemos la autoestimulación, la masturbación, la
exploración sexual, las prácticas de seducción y conquista, manifestación de
afecto y diversas formas de actividad sexual (abrazos, besos, caricias, el
coito). Para ilustrar mejor lo anterior podemos ver que en los Sims 3 este tipo
de comportamientos son muy frecuentes y en realidad no muy difíciles de lograr.
Abrazos, besos, caricias, pasarla bien bajo las sabanas y hacer un bebe son
algunos de los comportamientos que el juego permite y que ayudarán al sim a
avanzar en su relación amorosa, sin embargo, la simplicidad para conseguir
estas acciones en el juego generaría en un jugador de largo tiempo el asimilar
que en la vida real ligar y construir una relación sentimental en tan fácil
como un clic. A las anteriores digresiones me ha conducido el análisis de la
influencia que los videojuegos tienen en el desarrollo del proceso psicológico
de la sexualidad y de las cuales cabe concluir que los videojuegos intervienen
en el desarrollo del proceso psicológico influenciando las cogniciones, dando
motivaciones, despertando emociones y asimilando comportamientos presentados al
jugador.
Concluyamos,
entonces, que los videojuegos presentados a jugadores, que pasan largos
periodos de tiempo jugando, y los cuales tienen determinados contenidos de
interacción sexual y romántica afectan el desarrollo de la sexualidad en los
jugadores, mayoritariamente hombres, dado que alteran el proceso sociocultural
y psicológico que definen la sexualidad en los individuos.
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Imagen tomada de http://i1.ytimg.com/vi/yUFED-H1zJI/maxresdefault.jpg 02/05/2014 |
Bibliografía
RAE. (27 de 02 de 2014). Diccionario de la Real
Academia Española. Obtenido de http://www.rae.es/
Sanchez, D. (2012). Medciencia.
Obtenido de
http://www.medciencia.com/como-afectan-los-videojuegos-violentos-al-comportamiento/
Stanford
University Medical Center. (8 de February de 2008). Video Games Activate
Reward Regions Of Brain In Men More Than Women. Recuperado el 27 de 02 de 2014,
de ScienceDaily: www.sciencedaily.com/releases/2008/02/080204140115.htm
Vargas Trujillo, E.
(2013). Sexualidad... Mucho más que sexo. Bogotá D.C., Colombia:
Ediciones Uniandes.
1
“El deseo sexual es la necesidad que mueve a la persona a ser receptiva a
experiencias sexuales o a buscar oportunidades para la actividad sexual” (Vargas Trujillo, 2013).