miércoles, 17 de octubre de 2012

Suicidio. ¿Pensó alguna vez en matarse?

Estuviste andando por esta vida, viendo diversos puntos, analizándolos y concluiste que ya nada te encanta, ni te sorprende por aquí, que todo es un continuo sufrimiento y decepción, tan convencido estás de eso que tu mismo cuerpo te molesta y ya no quieres vivir.

En esta vida todos estamos conectados más de lo que creemos, compartimos un destino. Regálame unos minutos y verás que es algo tan sorprendente el ver cómo llegamos a este momento. Nuestro cuerpo se compone de una dualidad y se encuentra en un mundo tan inconmensurable. ¿A qué se debe ese malestar existencial? Es por no tener la actitud correcta, una correcta actitud frente a diferentes situaciones de la vida. Nadie puede sufrir sin su propio consentimiento, por tanto el sufrir es un error propio.
La vida es maravillosa, pero pocos saben para qué sirve. Si eres realmente analítico descubrirás la mentira material en que vivimos, creyendo qué lo material nos da felicidad, que podemos comprar la felicidad, que el sexo sin control es lo mejor, que las clases sociales son impenetrables, viviendo de la moda cegada y la sociedad deshonesta. Eres un ser valioso, no creo que quieras vivir es una de las anteriores mentiras.

Puedo decir que tuve estos mismos pensamientos. Alguna vez estuve tan decidido de poner fin a mi existencia. Gracias a Dios me faltó valor para ejecutar mis impulsos de ese momento. Con tan sólo 16 años no soporté ver tanta injusticia y ver caer, una a una, cada una de mis metas, no lo soporté no por que cayeran, si no porque caían por personas a las cuales apreciaba de manera glorisiosa. Buscando una salida intenté culpar a esa sociedad por todo. Aunque tenía conocimientos de Dios, no pensaba en Él, es más, miraba con repudio a los que se dicen son representantes de Dios en la Tierra, irónico me parecía ver a "cristianos" bombardeando a Vietnam y otros horrores que ha visto la humanidad. Ese no es el mundo que quiero. Ojalá no lo sea.

Mi mundo es quizás algo que no pueda definir. Así, yo creí que yo sólo era este cuerpo, al que podía quitar la vida, dejar de existir, creí que al hacer esto tendría la paz que quería, o simplemente abandonaría tantos problemas que me agobiaban. Fácil solución, pero de mediocres. Un suicidio y me liberó de toda responsabilidad, interesante ¿no? No más trabajo, ni estudio, ni dolor, ni rechazo, ni competir con personas con cualidades mejores que las mías. ¡Qué solución tan accesible y fácil! Este sería mi descubrimiento del momento, pero ¿Será que tenemos vida para descubrir que no vale nada?

De seguro mi caso no puede identificarlo plenamente. La igualdad entre ambos es que contamos con una vida, tenemos razón y juicios. Pero si quiere darme una posibilidad, lea con cuidado lo siguiente.

Primero, el cuerpo es sólo un instrumento para lograr metas, no representa nuestra esencia. Nuestra mente esta compuesta por una parte etérea y una material, allí se encuentra la inteligencia. Analice, vemos y deseamos cosas en los sueños, sentimos atracción, temor, entre otros, nuestra mente es un campo de experiencias. Detrás de esto está nuestra alma, nuestra esencia.

Esto no lo aprendí en la escuela, pero ahora veo que tan necesaria sería una clase de superación y ayuda psicológica al mes. Sólo una persona descubrió un día mis más oscuros pensamientos y me paralizó cuando sus labios me preguntaron: "¿Te querías matar?" Tuve curiosidad del como llegó a enterarse de ello si nunca lo demostré, sólo tenía una sonrisa alegre y animadora para todos, dejando al lado la curiosidad sentí vergüenza y sólo aprobé con el movimiento de mi cabeza... Hoy sé que el alma eterna no muere, ni siquiera si quisiera matarla con una bomba atómica lo lograría.

Mirando en la religión, al matar este cuerpo burdo uno queda perdido en el espacio, pues tiene todavía los mismos deseos, las mismas frustraciones, pero ahora sin un cuerpo para poder finiquitarlas. En física todo tiene una acción y reacción, así mismo mientras las almas sigan teniendo deseos materiales y reacciones por todo lo que han hecho, tienen que volver a nacer para disfrutar y sufrir en carne propia lo que estuvieron haciéndole a otros.

Si quieres terminar con esta existencia material, hay que dejar de cometer tantos errores. Hay que buscar la verdad y servir a la causa común, la causa común del bienestar de todos. Sólo grandes almas pueden entenderlo, aquél que se mata no es el más valiente, si no el más cobarde, pues no supieron que hacer para superar los errores del pasado.

El punto es que nada logramos matando un cuerpo, estamos aquí para prender a ser responsables, eso implica complicaciones, retos, dolores, sufrimiento pero el fin logrado es satisfactorio. No podemos escapar a ese deber.

No importa en qué etapa evolutiva uno se encuentre. Siempre habrá algo más por llegar a comprender, algo por alcanzar, algo más por hacer para crecer, algo más qué conocer para ser una mejor persona y sirviente. La muerte viene por si misma, en su momento, pero sin el grave error de despreciar lo que nos fue obsequiado.

El mejor negocio que puede haber es una funeraria, si no lo agarran hoy, lo agarran después. Esto sin duda es interesante, más interesante es ver las cosas que la humanidad ha logrado con su inteligencia, magníficas construcciones, grades inventos, entre otros.

¿Vas a superar el egoísmo o vas a convertirte en un ególatra insoportable? ¿Por qué hacernos la vida miserable como lo hace los egoístas materialistas en  nombre del progreso?

Vamos, tenga paciencia, trabaje y forme una linda familia. Hagase un excelente y honesto profesional. Aproveche las personas que llegan a su vida y pueden ver sus pensamientos con tan solo verlo directo a sus ojos. Esa persona que logró dejar a un lado una máscara y descubrió un oscuro secreto me comentó después que el hecho de que sonriera todo el tiempo le hizo hacerme esa pregunta. Aún no entiendo el por qué preciso.

Por eso, si alguna vez pensó en matarse y si vuelve a esa pregunta, o si se encuentra ahí en este momento, pienselo bien, al final el tiempo se encargará de  matarnos ¿Por qué adelantarnos a nuestro viejo amigo? El tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario